Cómo proteger su camión durante un huracán

Es esa época del año para los floridanos: ¡los huracanes se están gestando en el Atlántico! Con Harvey e Irma haciendo olas, es solo cuestión de tiempo hasta que se acerque la próxima tormenta. Cuando se trata de transporte intermodal y transporte por carretera, no se puede jugar con el tiempo y la consistencia de las cadenas de suministro, pero con la temporada de huracanes, los camioneros deben tener cuidado y prepararse. Aquí hay tres grandes consejos para tener en cuenta cuando se navega por las carreteras y hay que mantenerse a salvo.

Los fuertes vientos pueden causar graves daños

Los huracanes son conocidos por producir vientos mortales que pueden destrozar propiedades, arrancar árboles y hacer volar grandes trozos de escombros. Esto es especialmente peligroso para las furgonetas de carga seca y los camiones frigoríficos, que pueden volcar y sufrir daños, lo que supone altos costes y riesgos para el conductor. Tómate el tiempo necesario para aparcar y cubrir tu camión antes de que llegue la tormenta, y aparca en un lugar seguro, lejos de escombros o árboles que puedan volcar sobre tu vehículo.

Preste atención a los informes meteorológicos

Cuando eres un camionero en la carretera, las alertas meteorológicas se convierten en tu aliado más fiable (¡además de tu instinto!). Cuando un huracán está en pie de guerra, presta mucha atención a las noticias y sigue la tormenta con atención. Las tormentas pueden cambiar de rumbo, debilitarse o fortalecerse y golpear zonas concretas con más fuerza que otras. Conocer las últimas novedades te ayudará a planificar tu ruta con seguridad o a retrasar el envío si es necesario para refugiarte.

Evite el agua estancada

Los huracanes descargan lluvias y pueden provocar mareas de tempestad a lo largo de la costa que elevan el agua a niveles espantosos, especialmente en las carreteras. La conducción se vuelve peligrosa en estas situaciones, sobre todo porque es difícil interpretar las aguas altas y lo que acecha bajo la superficie. Una rama delgada que sobresale de la oscuridad podría ser sólo un pequeño vestigio visible de una gruesa rama de árbol que está sumergida. Los escombros, los baches y las líneas eléctricas son también riesgos añadidos que pueden eludir el ojo humano. Lo mejor es evitar el agua estancada y mantener los ojos en la carretera en todo momento para prepararse para cualquier obstáculo que se aproxime.